Moto del día: Rieju Helios

La Rieju Helios es uno de esos modelos que, si no te cruzas con él por casualidad, podrías pensar que nunca llegó a fabricarse. Y, sin embargo, está ahí: un ciclomotor español con arquitectura tubone en toda regla, depósito integrado en el tubo central, basculante y suspensiones sencillos, y un asiento colocado bastante alto sobre una estructura mínima. Si la ves de perfil, no hay duda: comparte la misma idea que los Peripoli, los Testi o los Garelli de los 70, pero adaptado al gusto y las limitaciones de la industria española de la época.

Aparece a finales de los 70, cuando Rieju comenzó a consolidarse y a preparar su desembarco en el terreno off road. Es una época en la que la marca alternaba diseños clásicos (tipo bici con motor) con modelos más atrevidos y prestacionales. La Helios es uno de esos intentos por modernizar la línea: es pequeña, compacta y con cierto aire continental, algo poco habitual en España entonces. Sin embargo, para quienes tengan algo de conocimientos de este peculiar segmento italiano de ciclomotores, se habrá dado cuenta de una cosa: es un calco de la Aprilia Filo, un tubone que se vendió en Italia. Y tiene una razón: en realidad es el mismo modelo, solo que Rieju lo vendió en España bajo licencia –en diferentes partes de la moto se encuentran elementos firmados por Aprilia–.

El corazón era el de siempre: motores tipo Minarelli de baja cilindrada, fiables, facilísimos de mantener y que daban más juego del que parecía. No era un ciclomotor pensado para emocionar, sino para llevarte donde quisieras gastando cuatro duros. Aun así, su postura de conducción –más moto que bicicleta– y ese tubo central que hacía de depósito la diferenciaban enseguida de la Rieju más habitual.

Otro detalle interesante: aunque es un tubone, no es un calco de los italianos. La Helios es más “práctica”, menos estilizada, con un toque casi rural que te recuerda que está fabricada para sobrevivir en manos de adolescentes, repartidores y estudiantes sin un duro. No tiene la sofisticación de un Testi Cricket ni la ligereza extrema de un Peripoli Oxford, pero sí mantiene la esencia que define al concepto: simplicidad, robustez y un diseño basado en un único tubo que lo articula todo.

Hoy es un modelo bastante raro, sobre todo fuera de ciertos círculos. No tuvo una producción enorme, no se convirtió en un icono popular y la mayoría desaparecieron a base de uso intensivo. Quizá por eso mismo vale la pena rescatarla: es una pieza olvidada de la historia del ciclomotor español y además demuestra que aquí también se intentó – nuestra manera– jugar en la liga del tubone italiano.