Kevin Schwantz y Wayne Rainey: La rivalidad bien entendida
Algunos han hecho paralelismos entre la rivalidad de Kevin Schwantz y Wayne Rainey y la que hubo entre Valentino Rossi con Marc Márquez especialmente en 2015 y 2016, pero lo que nunca perdieron los norteamericanos fue el respeto entre ellos.
Kevin y Wayne no sólo eran rivales: se odiaban. Así nos los confesó Schwantz en una distendida charla en tierras valencianas hace algún tiempo, mientras degustábamos unas tapas de jamón y chipirones en la playa, después de pasar el día recorriendo la sierra valenciana en moto para un comparativo de Solo Moto (Solo Moto nº 1.753).
“Wayne y yo nos odiábamos. Los periodistas tenían la manía de ponernos juntos para las fotos, y nos colocábamos de espalda la mayoría de veces, con cara de perro”, nos contaba Kevin mientras mostraba los dientes, interpretando su frase.
Schwantz ponía de su parte allí donde su Suzuki no llegaba, y ello motivaba muchas caídas y lesiones que frustraban un mundial tras otro. “Yo solo quería quedar delante de Wayne. Entonces era cuando más feliz me sentía”, nos confesaba el tejano. Rainey encadenó tres títulos consecutivos (1990-91-92).
Título y… adiós
Y llegó 1993. La Suzuki dio un paso adelante y Schwantz se preparó como nunca: 10.000 km de pruebas y mucho trabajo físico. De las seis primeras carreras, Schwantz ganó cuatro e hizo dos podios. Así, con 23 puntos de ventaja, se llegó al GP de Inglaterra. Allí, el australiano Mick Doohan lo tiró al suelo, lo que comportó su abandono y una fractura de muñeca.
“Por la tarde, mi ventaja se había reducido de 23 a 3 puntos. Wayne se sintió como si le hubieran dado alas, con el título de nuevo a su alcance, y en Misano salió a por todas. El resultado fue su fatal accidente”, decía con tristeza Schwantz.
La fractura de columna de Rainey significó su parálisis y el fin de su laureada trayectoria en el mundo de las motos. Sin oposición en las pocas carreras que quedaban, Schwantz logró el título mundial y empezó la temporada 1994 sin su archienemigo, pero con varias lesiones y solo dos victorias. En 1995, tras disputar solo tres carreras y entre lágrimas, anunció su retirada:
“Tuve la suerte de recaer en mi lesión de muñeca”, nos contó Kevin con sinceridad. “Así pude asimilar que el tipo al que siempre quería batir ya no estaría nunca más allí, y me di cuenta de que él era mi motivación para correr cada domingo. Sentí una tristeza enorme. Ya no podía seguir”.
Kevin dejó la competición. “Luego, fuera ya de los circuitos, fuimos buenos amigos”.
La opinión de Rainey
“Todos los días alguien me pregunta sobre mi rivalidad con Kevin Schwantz”, dice Rainey a Cycle World. “Era algo que existía. Creo que la rivalidad es importante, pero estoy hablando de cuando los fans apoyan a su favorito y aplauden al piloto que no les gusta”.
“Pero, sobre todo, debes mostrar respeto por tus rivales en la pista. Fuera, puedes decir lo que quieras, pero en la pista debes pensar en la próxima carrera”.
“Las carreras son carreras… Cuando llegas a la última vuelta, a la última curva, y estás al lado del otro, tu quieres apoyarte contra el otro, mientras que el otro quiere intentar adelantarte: entonces habrá contacto. Pero no vayas al ataque pensando ‘Lo voy a intentar, espero que salga bien’. No creo que nunca sucediese que con Kevin chocásemos fuerte y ambos acabáramos fuera de la pista”.
Respeto en la pista y fuera de ella: “Hubo momentos en que nos dijimos palabras fuertes, pero no creo que nunca fuéramos más allá de eso”, concluye Rainey.
Tomado de solomoto.es