Cuando Shawn Crahan (Slipknot) masticó un chicle pegado a un urinario tras ser retado por Dimebag Darrell (Pantera)
6 agosto, 2023 11:31 am
Entre las historias que han forjado las leyendas y reputaciones que algunos miembros de la escena del rock y el metal cargan a sus espaldas, siempre encontramos alguna sorpresa o cruce de caminos que logra volver a captar nuestra atención, como el que dejó sin palabras al mismísimo Dimebag Darrell (Pantera, Damageplan) después de retar a Shawn «Clown» Crahan (Slipknot) a masticar un chicle que había pegado a un urinario público.
La historia ha llegado de boca de un testigo de excepción como el vocalista Corey Taylor, que ha recordado la brutal anécdota que nos lleva a los inicios de la carrera de Slipknot, cuando los enmascarados llegaron a Texas en 1999 con la gira que compartían con Coal Chamber.
La entrevista con Classic Rock trataba del nuevo disco que Taylor tiene entre manos de cara al lanzamiento que llegará el 15 de septiembre, hasta que se le preguntó por algún «extraño momento compartido con alguna celebridad», y el día en el que conocieron a los hermanos Abbott no tardó en ponerse sobre la mesa: «La primera vez que tocamos en Dallas, Dime y Vinnie Paul vinieron con toda su gente. Acabamos en el (club de striptease) Clubhouse, y nos emborracharon tanto que ni siquiera tenía gracia».
En ese momento aparecen las «bromas» de los Abbott y un «payaso» con la mecha muy corta: «Les encantaba gastar bromas a la gente. Clown decía: «Intentéis lo que intentéis, no me voy a achantar». Hicieron que uno de sus cocineros vaciara un tomate y lo rellenara con unos chiles rojos increíblemente picantes. Dime sacó aquel tomate relleno y dijo: «¿Cuánto me va a costar que termines todo esto?». Y Clown dijo: «No necesito tu dinero», y simplemente lo agarró y empezó a comérselo como si fuera una manzana».
Pero la peor parte estaba por llegar, (los aprensivos quedan avisados) y el propio Corey lo confirma antes de seguir el relato: «La cosa empeora. Nos dirigimos al baño y estábamos meando en el urinario. Había un chicle pegado en una de las tazas, y Dime lo miró y dijo: «Muy bien, Clown, ¿cuánto me costaría…?». Antes de que pudiera terminar, Clown se agachó, lo cogió y empezó a masticarlo. Fue muy asqueroso. Dime se echó las manos a la cabeza. Habló de ello hasta el día de su muerte: «Clown, fue el único hijo de puta que no pude conseguir que se derrumbara, me jodió»».
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Tomado de https://mariskalrock.com
