El día en que las motos heredaron tecnología aerospacial: las IMU han llegado para cambiarlo todo – Xataka
La electrónica se ha convertido en un imprescindible en el mundo del automóvil. Los ADAS son obligatorios y, para bien o para mal, la conducción es cada vez más intrusiva. En el mundo de la moto, las cosas son distintas. A día de hoy, tan solo es obligatorio que dispongan de ABS. Ni siquiera es necesario que incorporen control de tracción.
Sin embargo, hay una tecnología heredada de la aeronáutica y la exploración espacial. Si estás pensando en comprar una moto nueva puede que hayas oído hablar de la «IMU». Una solución que está en todos lados y cuyo funcionamiento quizás no queda claro.
Qué es una IMU. La IMU o Unidad de Medición Inercial (IMU) es uno de los componentes clave en los sistemas de seguridad y control electrónico de una moto. Su función principal es la de medir y monitorear en tiempo real el movimiento y posición del vehículo. Siendo aún más concretos, mide la aceleración en las direcciones adelante-atrás, arriba-abajo y derecha-izquierda y la velocidad angular en las direcciones de cabeceo, balanceo y guiñada de la moto.
Posteriormente, se calcula y transmite esa información en tiempo real al resto de sistemas de la motocicleta para controlar tanto el motor como el comportamiento del chasis para ayudar al conductor.
Se compone de varios elementos, como giroscopios, acelerómetros o incluso magnetómetros- Esto permite al resto de elementos (control de tracción, ABS, sensores de inclinación), actuar en consecuencia.
Cómo funciona la IMU. Ya sabemos que la IMU es un sistema electrónico que permite medir cada movimiento y posición de la moto. ¿Y ahora qué? Tras enviar estos datos a la centralita, los sistemas de seguridad actúan basándose en los mismos.
Uno de los principales problemas históricos de las motos es la dificultad de gestionar las ayudas en curva. El ABS y el control de tracción, actuando en mayor medida de la deseada, son una combinación perfecta para irnos al suelo. Gracias a las IMU, el ABS puede gestionar la presión de frenado evitando bloqueos en curva. Lo mismo sucede con el control de tracción.
También nos ha traído el «antiwheelie», una opción perfecta para poder hacer salidas rápidas sin preocuparnos de que la moto salga disparada. Si el sistema detecta que la moto está levantando la rueda trasera, interviene para regular la potencia.
De dónde vienen las IMU. El origen de las IMU es de lo más curioso. Los sistemas de unidad de medición inercial empezaron a implementarse en aviones, naves espaciales, e incluso misiles guiados. Conocer la orientación, velocidad y fuerzas que afectaban a los mismos siempre ha sido clave, y es algo que se lleva implementando desde los años 40.
Si bien en la década de los 2.000 se empezaron a implementar en motos, no ha sido hasta estos últimos cinco años cuando han empezado a ser prácticamente un imprescindible en cualquier moto que quiera liderar en tecnología.
De los aviones a las motos. Los principios sobre estabilidad en sistemas de navegación inercial se desarrollan hace más de 100 años, y no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando empezaron a utilizarse en aviación militar. 20 años después, entre los 50 y los 60, la NASA y la industria aerospacial empezaron a emplearlos.
Pese a los cambios para adaptarlo a vehículos de calle el origen sigue siendo el mismo: la necesidad de que un avión o misil sepa dónde está y hacia dónde va en tiempo real.
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