Cradle of Filth: Zoë Federoff expone bajos salarios y ambiente tóxico tras su salida

La escena del heavy metal ha sido sacudida por la reciente controversia en torno a Cradle of Filth, una de las bandas más icónicas del género. Zoë Marie Federoff, ex tecladista y vocalista de la agrupación, rompió el silencio tras abandonar la banda en plena gira latinoamericana, revelando detalles inquietantes sobre las condiciones laborales y el ambiente interno. Junto a su esposo, el guitarrista Marek “Ashok” Šmerda, Federoff denunció bajos salarios, prácticas manipuladoras por parte de la gerencia y un entorno que describió como “tóxico y amenazante”. Estas acusaciones, acompañadas de la publicación de un contrato que su abogado calificó como “psicopático”, han puesto en el centro del debate el trato a los músicos de sesión en la industria del metal. A continuación, desglosamos los detalles de esta polémica y su impacto en la banda y sus fans.
Zoë Federoff y Marek Šmerda: la salida que destapó la cloaca
El 24 de agosto de 2025, Zoë Federoff anunció su salida de Cradle of Filth en medio de la gira “Screaming of the Américas”, citando “razones personales” en un mensaje inicial que pedía respeto por su privacidad. Sin embargo, dos días después, el 26 de agosto, Federoff publicó una declaración explosiva en redes sociales, detallando las razones detrás de su partida y la de su esposo, Marek “Ashok” Šmerda, quien también dejó la banda. Según Federoff, ambos planearon su salida meses atrás debido a un entorno laboral insostenible. En su declaración, destacó varios puntos críticos:
- Explotación financiera: Federoff reveló que ella y Šmerda ganaban 150 dólares por día de trabajo (aproximadamente 25,000 dólares al año), una cantidad que calificaron como insuficiente para cubrir el costo de vida. Además, acusó a la gerencia de intentar retener dinero de los anticipos del álbum The Screaming of the Valkyries (2025), sin un contrato claro entre los músicos de sesión y la banda.
- Contrato abusivo: La pareja compartió capturas de un contrato que, según Federoff, su abogado describió como “el más psicopático que un músico de sesión podría recibir”. Este documento estipulaba un pago de 200 libras por día para actuaciones, grabaciones o ensayos, y 150 libras por días de viaje, además de exigir exclusividad a Cradle of Filth, prohibiendo a los músicos trabajar con otras bandas para complementar ingresos. También incluía una cláusula que obligaba a los músicos a pagar hasta 1 millón de libras (aproximadamente 1.3 millones de dólares) en caso de incumplir o terminar el contrato.
- Ambiente tóxico: Federoff señaló a la gerencia por ser “deshonesta y manipuladora”, acusándolos de insultarla con términos como “cáncer” y “caballo muerto” cuando cuestionó el manejo financiero. Además, responsabilizó al líder de la banda, Dani Filth, por no intervenir y permitir un ambiente “amenazante y abusivo” que priorizaba su propio beneficio sobre el bienestar de los músicos.
- Impacto personal: En una revelación profundamente personal, Federoff confesó que el estrés de la banda contribuyó a la pérdida de su primer embarazo durante la gira, un factor decisivo en su decisión de abandonar Cradle of Filth.
Horas después de la declaración de Federoff, Šmerda anunció que también dejaría la banda al final de la gira latinoamericana, citando bajos salarios, alto estrés y “comportamiento poco profesional” por parte de la gerencia. Sin embargo, el 26 de agosto, Dani Filth anunció el despido inmediato de Šmerda, afirmando que las acusaciones eran “injustas e infundadas” y que la banda continuaría con la gira sin interrupciones.
Respuesta de Cradle of Filth y el impacto en la gira
La salida de Federoff y Šmerda ha generado caos en la gira latinoamericana de Cradle of Filth, que comenzó el 21 de agosto en Brasil. La banda reemplazó a Federoff con Kelsey Peters, una integrante del equipo de apoyo, para las funciones de teclados y coros. Sin embargo, tras el despido de Šmerda, Cradle of Filth se ha presentado con un solo guitarrista mientras buscan un reemplazo temporal. Dani Filth emitió un comunicado en redes sociales, describiendo la situación como “un giro extraño de los acontecimientos” y asegurando que los shows continuarían con profesionalismo. Sin embargo, no abordó directamente las acusaciones de Federoff, limitándose a calificarlas como intentos de “difamar y desestabilizar ilegalmente a la banda”.
La controversia también ha puesto en duda proyectos futuros, como la colaboración con Ed Sheeran, anunciada por Filth en 2022. Šmerda solicitó que sus composiciones, incluidas las destinadas a este proyecto, fueran eliminadas de los próximos lanzamientos de la banda, calificando la colaboración como “una payasada absurda”. Esto plantea interrogantes sobre el futuro de este ambicioso crossover, que buscaba unir el pop de Sheeran con el metal extremo de Cradle of Filth.
Implicaciones para la industria del metal
Las acusaciones de Federoff y Šmerda arrojan luz sobre una problemática más amplia en la industria del heavy metal: el trato a los músicos de sesión. Muchas bandas, especialmente en géneros de nicho como el black metal o el gothic metal, dependen de músicos contratados que no siempre reciben salarios justos ni estabilidad laboral. La exclusividad exigida por el contrato de Cradle of Filth, combinada con pagos bajos, refleja una práctica que puede atrapar a los músicos en condiciones precarias, limitando su capacidad para buscar otras fuentes de ingresos. Este caso recuerda otras salidas polémicas de la banda, que ha tenido más de 40 músicos en su historia, lo que lleva a cuestionar el liderazgo de Dani Filth y su gestión.
Ve aquí el contrato publicado por Zoë Federoff.
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