Metal Forth: El salto audaz de BABYMETAL al abismo del metal (Reseña)

BABYMETAL siempre ha sido un relámpago en el cielo del heavy metal, una banda que prospera rompiendo expectativas. Desde su debut homónimo en 2014, que mezcló los ganchos azucarados del J-pop con la crudeza del thrash metal, hasta el expansivo Metal Galaxy (2019) y el introspectivo The Other One (2023), han tallado un nicho como las arquitectas del kawaii metal. Ahora, con Metal Forth, lanzado el 8 de agosto de 2025 a través de Capitol Records, el trío —Su-Metal, Moametal y la recién integrada Momometal— entrega su trabajo más ambicioso hasta la fecha. Este cuarto álbum, que marca su 15º aniversario y un nuevo contrato global con Capitol, busca redefinir el metal tejiendo un tapiz de colaboraciones y caos que cruza géneros. Pero, ¿es este disco una obra maestra cohesionada o tropieza bajo el peso de su propia audacia?
El camino recorrido
Formada en 2010 como una subunidad del grupo idol Sakura Gakuin, sorprendieron al mundo del metal con su debut, un disco que unía melodías bubblegum con riffs abrasadores. Canciones como “Gimme Chocolate!!” eran tan absurdas como electrizantes, ganándose el respeto de gigantes como Metallica y Slayer. Metal Resistance (2016) demostró que no eran un truco pasajero, con temas como “Karate” que exhibían la destreza vocal de Su-Metal y la potencia técnica de la Kami Band. Metal Galaxy amplió horizontes hacia el nu-metal y el metal progresivo, aunque algunos lo acusaron de disperso. The Other One apostó por una narrativa conceptual sobre universos paralelos, preparando el terreno para un salto mayor. Metal Forth llega tras giras mundiales junto a titanes como Slipknot, la integración oficial de Momometal en 2023 y la creación de BABYMETAL WORLD LLC en EU. Es una declaración de intenciones: no solo están en el juego, están reescribiendo las reglas.
El sonido de Metal Forth
Metal Forth es un caleidoscopio sonoro que fusiona metalcore, deathcore, folk metal, rap metal e incluso city-pop en un viaje de 10 canciones. La producción es impecable, con cada riff, redoble y armonía vocal pulidos hasta brillar. La Kami Band ofrece una clase magistral de versatilidad, navegando desde la precisión del djent hasta grooves primales con facilidad. Lo que distingue este álbum es su lista de colaboradores: Poppy, Spiritbox, Slaughter to Prevail, Electric Callboy, Bloodywood, Polyphia y Tom Morello, cada uno aportando su propio sabor. Esto no es solo un disco de BABYMETAL; es una cumbre global de las voces más audaces del metal.
El álbum arranca con “from me to u” (con Poppy), un tema que casa electrónica pop con riffs pesados y un estribillo pegajoso como fuego líquido. Es un inicio valiente que marca la intención de salir de su zona de confort. “My Queen” (con Spiritbox) es un punto culminante, un himno metalcore donde la voz etérea de Su-Metal se entrelaza con la intensidad emocional de Courtney LaPlante, respaldada por un riff que parece una catedral derrumbándose. Aquí, la colaboración eleva a ambos artistas, creando algo más grande que la suma de sus partes. En contraste, “KxAxWxAxIxI” tropieza, su fusión de rap metal y K-pop se siente como un experimento forzado que carece de la profundidad emocional de “White Flame”, un cierre melódico que evoca la grandeza de Metal Resistance con armonías en capas y toques orquestales.
La fortaleza del álbum radica en su capacidad para manejar géneros sin perder su núcleo metálico. “Kon! Kon!” (con Bloodywood) inyecta folk metal con ritmos indios, evocando la energía caótica de un mosh pit festivalero, mientras que “Sunset Kiss” (con Polyphia) coquetea con vibras jazzy de city-pop, sus guitarras brillantes como un desvío refrescante. La voz de Su-Metal sigue siendo el ancla, navegando desde agudos celestiales hasta gritos contundentes. Moametal y Momometal aportan coros dinámicos y screams ocasionales que dan un borde crudo. La Kami Band, siempre en la sombra, es el héroe silencioso, con una destreza técnica que sostiene incluso los momentos más extravagantes.
Metal Forth se siente como el intento de BABYMETAL de tender un puente entre el pasado y el futuro del metal. Es un disco que celebra la diversidad del género mientras desafía a sus guardianes. Las colaboraciones son un arma de doble filo: hacen que el álbum parezca una conversación vibrante entre subgéneros, pero también corren el riesgo de opacar la identidad única de BABYMETAL. “RATATATA” (con Electric Callboy), un híbrido de eurodance y metalcore, es divertidísimo, pero se apoya tanto en el estilo del invitado que BABYMETAL parece un acto secundario. Esto plantea una pregunta: ¿está la banda evolucionando hacia una plataforma más amplia para la innovación en el metal, o está diluyendo la fórmula kawaii que las hizo icónicas?
Comparado con sus trabajos anteriores, Metal Forth es menos inmediato que BABYMETAL pero más cohesionado que Metal Galaxy. Carece de la energía anárquica de su debut, pero gana una sofisticación pulida que refleja su crecimiento. La incorporación de Momometal añade una nueva dinámica, sus screams y versos de rap inyectan una agresividad que complementa la elegancia de Su-Metal y la energía de Moametal. Sin embargo, la ambición del disco es su mayor virtud y su principal defecto. Es un viaje emocionante, pero el constante cambio de géneros puede sentirse como caminar sobre una cuerda floja: estimulante cuando funciona, desorientador cuando no.
Metal Forth es un triunfo de la ambición, un disco que se atreve a reimaginar qué puede ser el metal en 2025. No es perfecto: su dependencia de las colaboraciones a veces eclipsa la identidad de la banda, y algunas pistas parecen experimentos que no cuajan del todo. Pero cuando acierta, golpea con fuerza, ofreciendo momentos de genialidad que rivalizan con lo mejor de su catálogo. Este es BABYMETAL en la cima de su poder, sin miedo a arriesgarse y confiado en su capacidad para lograrlo. Metal Forth nos invita a repensar el metal no como un género rígido, sino como una entidad viva que prospera en la diversidad y la rebeldía.
Para los fans, es una celebración de todo lo que BABYMETAL representa: innovación intrépida, energía contagiosa y una negativa a encasillarse. Para los nuevos oyentes, es una introducción salvaje a una banda que nunca ha jugado según las reglas. Mientras BABYMETAL se embarca en su gira mundial 2025-2026, con shows en arenas como The O2 en Londres y el Saitama Super Arena en Japón, Metal Forth se siente como un manifiesto para el próximo capítulo de su viaje. No es solo un álbum; es un llamado a las armas para quienes creen que el metal puede ser más que un sonido: puede ser un movimiento. Reflexiona sobre esto: en un mundo que exige conformidad, BABYMETAL baila al borde del caos. Metal Forth es su paso más audaz hasta ahora, y ya seas purista o soñador, es un viaje que vale la pena emprender.
Calificación: 8.5/10
Tomado de https://heavymextal.com/feed